jueves, 24 de abril de 2014

DEUDA CUMPLIDA

A mis veinte años hace poco
cumplidos
tomo papel, lápiz y palabra
y digo para cuando los ojos se me cierren
hasta siempre
de este cuerpo mío.
Y que se queme
y que lo quemado sea esparcido a donde
llegue.
Confundido con el aire será respiración
de alguien algún
día
o tal vez entre la tierra haga nacer
hierba buena que alimentará
vuestro ganado, o sea
una espiga de trigo.
            Y de la espiga
            y del aire
            y de la hierba
saldrán siempre, aunque nadie
lo quiera
el pan y el amor y siempre.

                        A Coruña, 14-XII-67


P.D. Es uno más de mis poemas de cuando era joven, un canto a la inmortalidad que se resiste a abandonarme (el canto, no la inmortalidad, claro), tantos años después. En su versión gallega, cantado por Xerardo Moscoso, de Voces Ceibes (Voces Libres), fue editado en un single por EDIGSA. Pero no creo que lo podáis conseguir,  ni siquiera en un mercadillo de viejo. Debe de estar agotado y ya descatalogado. Y espero que quien lo tiene desde entonces no quiera deshacerse de él...

No hay comentarios:

Publicar un comentario