viernes, 1 de diciembre de 2017

LA ARGENTINA QUE VI (3): PEQUEÑAS COSAS

A menudo la atención se me queda prendida en los detalles.
   Tomo nota de pintadas que nos salen al paso y me llaman a leerlas con su poético dramatismo: “Ni dioses ni maridos”, proclama, drástica, una; “O libres o muertos, jamás esclavos”, consigna, contundente, otra. Alguna desciende de la filosofía política revolucionaria a la concreción reivindicativa y echa en falta a Santiago (Maldonado) (1), como exigiendo que aparezca o denunciando su pérdida.
   Un letrero pillado al vuelo informa de la razón de ser de un establecimiento, que se dedica a la compostura de zapatos. Poco más allá, alguien habla de un motorista que ha dejado su vehículo aparcado y volverá pronto, y por mucho que busco la moto no la encuentro: es un auto el que aguarda a su conductor. Pregunto por una dirección y me indican, amables, a cuántas cuadras se halla. Oír español a diez mil kilómetros de España requiere de cierto aprendizaje. Y no deja de tener su encanto pedir en un asador un bife de chorizo y que te traigan una sabrosa carne, que creo solomillo de ternera, sin pizca de chorizo.
   Me meto por una calle estrecha y larga, y enseguida me parece haber dado, sin quererlo, con un gremio peculiar. Una tienda tras otra lucen idéntico cartel. Todas compran oro. No sé qué me sorprende más, si este insólito arrimo de competidores o que tanta gente posea el preciado metal y esté dispuesta a deshacerse de él. ¿Significará esto último que a glorias pretéritas se contrapone un presente de decadencia y apreturas?  ¿Y cómo decidirá el vendedor qué establecimiento se quedará con sus joyas?
    Sigo andando e inopinadamente se me ocurre que deben de gustar los argentinos de llevar muy limpios los zapatos. Me tropiezo, al amparo de soportales o al abrigo de una fachada cualquiera, con limpiabotas, que ejercen al aire libre su tarea. Un negocio humilde, que no necesita de más que una silla donde sentar al cliente, un banquito donde pose el pie y un taburete pequeño para el lustrador. Una caja de la que emergen betunes, bayetas y cepillos da fe de un oficio que casi tenía en olvido.
   En una calle que recuerdo como Florida, son legión otro tipo de empresas unipersonales, que no precisan de aditamento alguno para ejercer su función, ni siquiera de local. Tan sólo se necesitan dotes de fisonomista, muy útiles para detectar turistas, y un cierto desparpajo para dirigirse a ellos y ofrecerles cambiar su moneda por el peso del país. Me pregunto si cada uno trabajará para sí o si lo harán por cuenta ajena y a comisión, y concluyo que más bien lo segundo que lo primero, pues no me imagino a un banquero, siquiera sea en ciernes, que no disponga de un capital para el trueque, y no tienen éstos pinta de adinerados. Sin atender a sus cantos de sirena, continuamos nuestra andadura, que nos queda mucho por ver.


(1) Santiago Maldonado ha sido noticia en la prensa internacional. Murió ahogado en el río Chubut. La última vez que fue visto con vida, intentaba escapar de la represión de la Gendarmería sobre la comunidad mapuche. Tardaron tiempo en encontrar su cadáver.

2 comentarios:

  1. No me digas que el bife de chorizo no tiene chorizo. Cada vez que leo esa expresión me muero de envidia porque el chorizo es una de mis debilidades desde muy pequeña. Ahora sabiendo lo que nos cuentas, lo podré leer con menos gula.
    Lo de las cuadras me encanta. Mucho más que nuestras manzanas. No sé de donde viene cuadra (tal vez de cuadrado o de cuadra de animales), pero de dónde puede venir manzana, es un misterio aún mayor.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me parece fascinante, eso de hablar el mismo idioma y estar preguntando a cada poco por el significado con que se utilizan determinadas palabras o expresiones. Un aliciente más para viajar a Centro o Sudamérica.
      Me prometo investigar la procedencia del término "manzana", que, efectivamente, es misterio mayor que "cuadra" (del latín "quadrado"). Veremos...
      Un abrazo fuerte, Rosa, y gracias por suscitar mi curiosidad filológica.

      Eliminar